Hoy estaba en la universidad, contando los minutos que me esperaban para llegar a casa, muerto de hambre, solo me imaginaba el llegar a casa y no encontrar almuerzo, o encontrar un plato cotidiano.
Al llegar al edificio solo pensaba en subir en el ascensor. Abriendo la puerta de mi apartamento puedo oler unas ricas fragancias, y escuchar el cocinar de algo en un sartén. Al entrar en la cocina encontré un arroz con nueces, pasas rubias, perejil, curri y cúrcuma, acompañado por un rico plátano al horno con margarina junto con un humeante pollo “gruyere” (un muslo de pollo despresado, en su interior lleva un queso gruyere, y rodea al muslo del pollo unas ricas tocinetas, bañados en su propia salsa). De bebida encontré un jugo de lechosa mezclado con melón, y de postre (aun no lo he comido, solo espero un ratico) una rica torta de parchita (comprada, no la hizo mi mama, pero se le dan los puntos).
No todos los días son tan especiales gastronómicamente, pero con un solo día a si vale la pena llegar a casa, y aun más, vale la pena vivir (que dramático).
Espero que ustedes también disfruten de las habilidades culinarias de sus madres/padres/sirvientes/hermanos/y afines, o simplemente que ustedes sepan cocinar bien o almuercen en un restaurante 5 estrellas (equivalente a la comida de mi mama [no es que sea mi madre, todos reconocen sus habilidades]).
Como no puede faltar en este post, les dejo algunas fotografías tomadas a mi almuerzo, no se ven tan apetitosas, pero no se aun tomar todo el detalle de una comida, tengo que aprender a tomar fotos en esa situación.
martes, 27 de febrero de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Bueno, la comida que mis sirvientes prepararon, también fue bastante buena. Bastante...
Y ciertamente, es extraño, aunque se vean deliciosos los platos en vivo; en fotografias siempre se ven "raros"...
Epa!
es que las fotos de comida, donde la comida se ve bien, está maquillada.
un saludo!
Publicar un comentario