Solo segundos

No se que hora es, se que es de madrugada. Algo me perturba, un ruido, algo en la ventana; escucho, siento, me doy cuenta que es un Búho, raro ver uno en la ciudad. Lo observo, me da la espalda, puedo ver sus plumas grises, su misterio. Gira su cabeza, me observa con sus ojos llamativos, me sumerge con la mirada a un mar de misterio, de soledad, de inquietud, de interrogantes; me muestra en solo segundos mi pasado, me enseña mi presente, me hace sentir mi futuro; me enseña mi fracaso en la vida, mi razón de no existir, me incita a despedirme del mundo, solo basta una mirada y todo se acaba.

Fijamente me observa, no puedo hacer más que naufragar en sus ojos amarillos, son adictivos, te muestra lo que no quieres ver, pero ese algo te atrapa, te deja al descubierto, deja aflorar tus más profundos instintos, te hace ver cuan bajo has caído, cuan bajo caerás.
Son solo segundos en que posa su mirada en ti, segundos que se tornan siglos, segundos de una inmensa tristeza, segundos que no quieres terminar; tan solo los observas, no preguntas, no lo evitas, solo te observa.

Quita su mirada en ti, deja su interés en ti, solo se va, con su sonido peculiar pero poco escuchado, te deja una sensación extraña, solo te permite sentir lo que él quiere.

Una sensación de calor, una sensación de desesperación, una exaltación. ¿Qué pasa? ¿He estado soñando esto? Puesto que me despierto agitado en un tiempo desconocido, solo sé que lo vi, solo sé que lo soñé.